Tutoría con familias sobre problemas de conducta
Soy tutora de 4 de Primaria y la semana próxima tengo una tutoría con los padres de un alumno. Su comportamiento es negativo: interrumpe, molesta, a veces trata mal a los compañeros…
Aunque lo he castigado y hemos tomado medidas con él, parece que no son efectivas. Su conducta está afectando a su aprendizaje desde hace tiempo. He decidido llamar a los padres y hablar con ellos. ¿Cómo la planteo?
Esta es una demanda habitual de muchos tutores de Primaria y Secundaria. En entrada os dejo unas pautas para afrontarla.
¿CUÁNDO LLAMAR A LA FAMILIA?
En primer lugar hay que citar a la familia cuando, pasado un tiempo prudencial, aproximadamente 20 días, el comportamiento es significativamente distinto al habitual en esas edades y perjudica tanto a su rendimiento escolar, como al rendimiento del aula.
PREPARAR LA REUNIÓN
Antes incluso de citar a los padres, hay que preparar la reunión recopilando alguna información.
1. Recopilar información de los profesores
En Primer lugar, recopilar es necesario recopilar información de todos los profesores. Para ello es útil pasar una ficha a todos los que le dan clase para que anoten cómo va en su asignatura: calificaciones, rendimiento, realización de tareas y comportamiento. Todo ello de una forma sintética.
2. Recopilar las incidencias más significativas
Recopilar algunas de las incidencias más significativas: si hay un parte de incidencias o si se recuerdan las fechas de algunas más llamativas.
En el caso que nos ocupa, tener anotadas las conductas que más frecuentemente muestra el alumno.
El tutor puede completar alguna escala de conducta: los orientadores pueden facilitársela y les puede ayudar a describir mejor el comportamiento.
Recopilar también comportamientos adecuados que el alumno presenta o inadecuados que no muestra. Por ejemplo, que no agrede físicamente a compañeros o que rompe material, que respeta y cumple las medidas que se han adoptado con él.
3. Llevar medidas previstas
Por último, llevar previstas las conductas concretas que queréis que el niño cambie e incluso medidas concretas que le vamos a pedir a la familia.
La reunión no es momento para pensar qué se puede hacer y convocar una reunión posterior es poco efectivo. Algunas medidas que se pueden adoptar van desde que los padres mentalicen al chico, a llevar anotaciones en la agenda, tomar medidas en casa, hasta derivar a un especialista en los casos más graves.
CITAR A LA FAMILIA
Cuando se cita a la familia el motivo de demanda de la entrevista siempre es la preocupación por el rendimiento escolar: sois maestros y profesores, estamos en un centro educativo y la principal preocupación es esa, el rendimiento escolar. Los problemas de conducta se deben abordar por sus consecuencias en el rendimiento escolar
Por eso, los citaremos con ese motivo: tratar algunas cuestiones (o problemas) del rendimiento escolar.
Debe realizarse una citación formal, como el centro tenga establecido. No es necesario el correo ordinario, basta con una nota para el alumno. Pero no da una imagen profesional comunicárselo al alumno verbalmente, hacerlo como una amenaza o en una hoja de papel mal presentada.
LA ENTREVISTA
1. Objetivos de la entrevista
Es importante no perder de vista la finalidad de la entrevista:
- Exponer la preocupación del tutor
- Prevenir dificultades mayores
- Acordar medidas de colaboración con los padres
Durante la entrevista es conveniente no perder de vista algunas referencias:
- No se va a hablar del comportamiento, sino del rendimiento del niño.
- No hay que culpabilizar a los padres, ni reprocharles.
- Mostrarles la importancia de su colaboración.
- Las medidas de colaboración deben ser muy concretas y operativas.
- Los padres siempre quieren lo mejor para sus hijos y siempre pueden hacer algo.
La entrevista debería llevar el siguiente desarrollo:
- Comentar brevemente el trabajo de recopilación de información que has hecho. Da una imagen de profesionalidad que se demuestre que la reunión no es improvisada y que el tutor o tutora la ha preparado.
- Hablar del rendimiento del niño, incidiendo también en los aspectos positivos.
- Presentar las dificultades de comportamiento como negativas para él y para el grupo. No se trata de algo molesto para el profesor, sino perjudicial para el niño o niña y para los demás chicos. Concretar las dificultades las dificultades
- Dejar que los padres expresen su opinión y expongan su punto de vista, e incluso sus “excusas”.
- Algunas preguntas clave son: ¿Cómo se comporta en casa? ¿Ha habido cambios en casa últimamente?
- Establecer alguna medida concreta de colaboración. Por ejemplo las “cartas de buen comportamiento” y otras medidas de modificación de conducta compartida. Fijar plazo de revisión.
En los cursos de formación en los que participo como ponente suelo decir que a entrevistar a las familias se aprende entrevistando, así que ¡manos a la obra!
www.jesusjarque.com
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