Estava preparant un petit resum perquè ara estic estudiant pedagogia, sobre sistemes d'aprenentatge de la lectura, i m'he trobat per la xarxa en la WEB "Guía del Niño" uns resums molt clars de na Gema Martin amb l'assessorament de na Gema Aguado professora de Educació Infantil y especialista en pedagogia.
Aprender a leer por el método tradicional
De las letras y sonidos a las palabras
Hay dos formas de enseñar a leer a los niños: una
consiste en tomar como base los elementos más pequeños del lenguaje
escrito – letra, fonema y sílaba– hasta llegar a las palabras, frase o
texto. El otro método, conocido como
global,
plantea el aprendizaje al revés: parte del reconocimiento de la palabra
para llegar a sus elementos. Aquí te damos las principales claves del
primero de ellos, el método tradicional y sus variantes. Aunque no es
del gusto de todos los pedagogos y profesores, se sigue utilizando en
muchos colegios.
Aunque cada vez menos, son todavía muchos los profesores que siguen
creyendo en la eficacia del enfoque tradicional –también llamado
sintético– para enseñar a leer y escribir. Este enfoque se basa en una
premisa básica: empezar el aprendizaje por las estructuras más simples
y, una vez memorizadas, fusionarlas en otras más complejas. Ése es el
esquema que siguen los métodos fonético, alfabético y silábico.
Las principiales críticas apuntan a que el sistema tradicional no respeta el ritmo madurativo de los niños, no les motiva a aprender y les fuerza a leer y escribir de forma mecánica, sin comprender lo que están haciendo. Los pequeños se limitan a juntar letras y leer, aunque no tenga ningún significado para ellos. ¿Qué sentido tiene para un niño /pe/ o /po/?. Al machacarles con letras y sílabas, los niños asimilan muy bien el código, pero no entienden el concepto, no comprenden que esa sílaba, /pe/, sólo tiene sentido si va dentro de un conjunto con significado completo, como Pepito o el perro tiene rabo. Además, el método no tiene en cuenta el desarrollo intelectual, que es distinto en cada pequeño. Esté preparado o no, se le fuerza a aprender las vocales y alguna consonante con 4 años, y el resto de las consonantes y las sílabas a los 5.
Peo también tiene sus ventajas. Los especialistas le reconocen –más al silábico y al fonético que al alfabético– algunos beneficios. Así, ayuda a la memorización de las grafías, a la correcta articulación de las sílabas y palabras, al aprendizaje de las reglas gramaticales y a la precisión en la lectura y la escritura. Tanto es así que algunos países, como Francia, se están planteando volver a aplicarlo en sus colegios y desterrar el método global, que, en opinión de sus autoridades, ha favorecido el aumento de la dislexia.
En los últimos años, muchos colegios han empezado a implantar métodos mixtos que recogen lo mejor del método global y del tradicional. Así, ahora se combina la presentación de palabras y frases enteras con el análisis minucioso de las letras y las sílabas que las forman. Un ejemplo: una vez que los niños conocen la palabra “perro”, el profesor escribe una frase que la contenga y le anima a que la encuentre en el texto, le enseña cada una de las letras que la forman, le explica que la /p/ con la /e/ es /pe/, la pronuncia repetidamente para que capte su sonido y le muestra otras palabras que empiezan por la misma sílaba.
Asesoramiento: Gema Aguado, profesora de Educación Infantil y especialista en Pedagogía.
- El fonético parte del sonido de la letra como unidad mínima –por ejemplo, la /s/ no se aprende como ese, sino como sssss– para, posteriormente, relacionarlo con la grafía. Este método tiene un importante número de defensores, que consideran que ayuda a los niños a comprender más fácilmente la relación entre fonema y letra –en definitiva, entre habla, lectura y escritura– y a articular las palabras de forma correcta y sin errores. Sin embargo, también se critica que a los 4 o 5 años, cuando se empieza a leer, los pequeños todavía no tienen interiorizado el concepto de fonema en el que se basa.
- El método alfabético es el más antiguo de todos –nació antes de Cristo– y posiblemente el más popular en España. Casi todos los mayores de 20 años hemos aprendido a leer y escribir con este sistema que se basa en trabajar la forma y el nombre de cada una de las letras de manera independiente para, después, combinarlas creando sílabas y palabras. Se empieza con las vocales, en el orden /i, o, a, e, u/, se sigue con las consonantes, generalmente con la /p/ o la /m/, que resultan más fáciles para los niños, y con ellas se van formando las primeras sílabas y palabras.
- El silábico es el otro método sintético, derivado del fonético y el alfabético, con la variante de que toma a la sílaba como unidad mínima, lo que permite a los niños captar mejor este sonido y aprender a leer con más facilidad.
Las principiales críticas apuntan a que el sistema tradicional no respeta el ritmo madurativo de los niños, no les motiva a aprender y les fuerza a leer y escribir de forma mecánica, sin comprender lo que están haciendo. Los pequeños se limitan a juntar letras y leer, aunque no tenga ningún significado para ellos. ¿Qué sentido tiene para un niño /pe/ o /po/?. Al machacarles con letras y sílabas, los niños asimilan muy bien el código, pero no entienden el concepto, no comprenden que esa sílaba, /pe/, sólo tiene sentido si va dentro de un conjunto con significado completo, como Pepito o el perro tiene rabo. Además, el método no tiene en cuenta el desarrollo intelectual, que es distinto en cada pequeño. Esté preparado o no, se le fuerza a aprender las vocales y alguna consonante con 4 años, y el resto de las consonantes y las sílabas a los 5.
Peo también tiene sus ventajas. Los especialistas le reconocen –más al silábico y al fonético que al alfabético– algunos beneficios. Así, ayuda a la memorización de las grafías, a la correcta articulación de las sílabas y palabras, al aprendizaje de las reglas gramaticales y a la precisión en la lectura y la escritura. Tanto es así que algunos países, como Francia, se están planteando volver a aplicarlo en sus colegios y desterrar el método global, que, en opinión de sus autoridades, ha favorecido el aumento de la dislexia.
En los últimos años, muchos colegios han empezado a implantar métodos mixtos que recogen lo mejor del método global y del tradicional. Así, ahora se combina la presentación de palabras y frases enteras con el análisis minucioso de las letras y las sílabas que las forman. Un ejemplo: una vez que los niños conocen la palabra “perro”, el profesor escribe una frase que la contenga y le anima a que la encuentre en el texto, le enseña cada una de las letras que la forman, le explica que la /p/ con la /e/ es /pe/, la pronuncia repetidamente para que capte su sonido y le muestra otras palabras que empiezan por la misma sílaba.
Asesoramiento: Gema Aguado, profesora de Educación Infantil y especialista en Pedagogía.
Gema Martín
Aprender a leer por el método global
de las palabras a las letras
El método global de aprendizaje de la lectura y escritura
parte de la palabra o la frase para llegar a sus elementos: las
sílabas, las letras, los sonidos. Este método, considerado como más
"natural" por muchos especialistas vino a dar respuesta a las
limitaciones del método tradicional que parte de las letras para llegar a las frases. Te explicamos cómo se articula, cuales son sus ventajas e inconvenientes.
Para superar los inconvenientes del
método de aprendizaje de la lectoescritura tradicional
-a grandes rasgos, consiste en aprender a reconocer las letras para
luego formar palabras con ellas- las últimas leyes educativas aprobadas
en España empezaron a preconizar unas nuevas técnicas de enseñanza de la
lectoescritra, denominadas analíticas y que se caracterizan por partir
de unidades con significado completo, ya sea una palabra o una frase.
Quizá el más utilizado en nuestros colegios sea el llamado método global,
que trabaja con palabras apoyándose en las imágenes que las
identifiquen para que el niño comprenda el concepto desde el principio.
Este sistema tiene la ventaja de que permite comenzar la enseñanza de la
lectura y la escritura a partir de los 3 años. Para ello, los
profesores llenan la clase de carteles con palabras –el nombre de cada
alumno escrito en su mesa y en su perchero, el nombre identificativo de
cada objeto del aula, el título de los dibujos que han realizado los
niños y que están colgados en las paredes...– que tengan relación con el
mundo de los pequeños. Así, gracias a su memoria visual, los niños
reconocen letras, incluso frases –¿a qué tu hijo leecon soltura
Coca-Cola en la lata de refresco?–, y las relacionan con las imágenes.
Si el pequeño ve una palabra escrita debajo de un dibujo del sol, sabe
de qué palabra se trata, aunque no sepa qué letras son la /s/, la /o/ y
la /l/”.
Tras muchas repeticiones, los niños ya están preparados para leer frases o, incluso, textos con esas palabras aprendidas. El resto de los elementos de la oración, como los verbos, los reconocen por deducción, a través de las relaciones que existen entre todos los componentes de la frase. De esta forma, los niños aprenden por curiosidad y por comprensión y entienden perfectamente lo que leen. Es un método más natural, porque sigue el mismo proceso que el aprendizaje del lenguaje, que se basa en repetir las palabras que oímos continuamente. Además, el niño se siente interesado por aquello que tiene sentido, lo que le ayuda a tener una lectura más fluida y comprensiva desde el principio.
No sin inconvenientes
El sistema global también presenta algunos problemas, fundamentalmente las faltas de ortografía. Las críticas van más allá: algunos expertos apuntan a que podría ser el origen de ciertos casos de dislexia. Como tanto el método tradicional como el global tienen ventajas e inconvenientes, en los últimos años, muchos colegios han empezado a implantar métodos mixtos que recogen lo mejor de ambos.
Enséña a tu hijo las primeras letras con el juego online que te proponemos. Ha sido diseñado por la Asociación Mundial de Educadores Infantiles.
Asesoramiento: Gema Aguado, profesora de Educación Infantil y especialista en Pedagogía.
Tras muchas repeticiones, los niños ya están preparados para leer frases o, incluso, textos con esas palabras aprendidas. El resto de los elementos de la oración, como los verbos, los reconocen por deducción, a través de las relaciones que existen entre todos los componentes de la frase. De esta forma, los niños aprenden por curiosidad y por comprensión y entienden perfectamente lo que leen. Es un método más natural, porque sigue el mismo proceso que el aprendizaje del lenguaje, que se basa en repetir las palabras que oímos continuamente. Además, el niño se siente interesado por aquello que tiene sentido, lo que le ayuda a tener una lectura más fluida y comprensiva desde el principio.
No sin inconvenientes
El sistema global también presenta algunos problemas, fundamentalmente las faltas de ortografía. Las críticas van más allá: algunos expertos apuntan a que podría ser el origen de ciertos casos de dislexia. Como tanto el método tradicional como el global tienen ventajas e inconvenientes, en los últimos años, muchos colegios han empezado a implantar métodos mixtos que recogen lo mejor de ambos.
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Asesoramiento: Gema Aguado, profesora de Educación Infantil y especialista en Pedagogía.
Gema Martín
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