TDAH a lo largo de la vida
El TDAH es un trastorno que, en mayor
o menor grado, persiste a lo largo de toda la vida. En el caso del TDAH
no tratado se considera que sólo en un 10 - 20 % de los casos existe lo
que se denomina una remisión funcional, es decir, ausencia de
manifestaciones del trastorno con repercusión en la vida del individuo
(Biederman 2005). Según distintos estudios, un 75 % de niños con TDAH
serán adolescentes con TDAH y, de estos adolescentes, un 50 % serán
adultos con TDAH (Wilens TE 2004). La prevalencia del TDAH en la
población adulta se calcula entre el 3-4 %.
La repercusión en la vida adulta puede
deberse a síntomas residuales del TDAH, a la repercusión o problemas
secundarios al TDAH de la infancia o ambas cosas a la vez. Los problemas
secundarios serán los derivados de la escasa formación académica,
problemas sociales, conductas de riesgo, etc.
Aproximadamente un 20 % de niños TDAH
serán adultos con sintomatología grave. El tratamiento durante la
infancia va a incidir en la prevención de los problemas secundarios,
especialmente los derivados del fracaso escolar, baja autoestima y
marginalidad social.
El pronóstico a largo plazo del TDAH
El mejor resumen de la perspectiva
evolutiva del TDAH es que no existe un único pronóstico. Pudiendo
resumir los resultados identificando tres grupos en la edad adulta:
1) Aquellos cuyo funcionamiento es tan bueno como el de aquellos sin historia infantil de TDAH.
2) Aquellos con psicopatología importante.
3) El grupo más grande, aquellos que tienen algunas dificultades con la concentración, el control de impulsos y el funcionamiento social.
2) Aquellos con psicopatología importante.
3) El grupo más grande, aquellos que tienen algunas dificultades con la concentración, el control de impulsos y el funcionamiento social.
Los porcentajes informados varían
ampliamente entre los diferentes estudios. Hetchman (1996)83 analizó
muchos de los asuntos metodológicos relevantes, y uno clave es la forma
en que han sido identificados los adultos (por sus propios hijos,
mediante estudios de seguimiento basados en su propio comportamiento en
la infancia, por autoderivación, mediante ensayos clínicos, etc.).
El riesgo de desadaptación posterior
también afecta a los niños que no han sido derivados a la clínica y a
los no tratados en absoluto. Los estudios han mostrado que los
comportamientos hiperactivos impulsivos son un riesgo para varios tipos
de disfunciones del adolescente. Se ha informado que la falta de amigos,
de trabajo y de actividades de ocio constructivas es prominente y
afecta la calidad de vida. Niveles variados de hiperactividad e
impulsividad también hacen que los niños desarrollen con mayor
probabilidad una evolución antisocial y también aumenta la probabilidad
de presentar trastornos de la personalidad, o abuso de sustancias en la
adolescencia tardía y en la edad adulta (NICE, 2009)2.
Diversos estudios también hallaron que el
TDAH infantil puede predecir trastornos psiquiátricos específicos en
adultos, trastorno antisocial de la personalidad y abuso de drogas.
Además los niños hiperactivos tenían resultados educativos
significativamente inferiores y más trastornos de conducta que sus pares
de la misma edad
Los estudios de comorbilidad psiquiátrica en adultos con TDAH hallaron depresión mayor, trastorno bipolar, trastornos de ansiedad y de personalidad. También informaron de tasas altas de trastorno antisocial y por abuso de sustancias, así como puntuaciones más bajas en el cociente intelectual (CI) total, vocabulario y lectura.
Los estudios de comorbilidad psiquiátrica en adultos con TDAH hallaron depresión mayor, trastorno bipolar, trastornos de ansiedad y de personalidad. También informaron de tasas altas de trastorno antisocial y por abuso de sustancias, así como puntuaciones más bajas en el cociente intelectual (CI) total, vocabulario y lectura.
Aunque los síntomas del TDAH persisten en
la mayoría de los casos, es importante recordar que muchos jóvenes con
TDAH tendrán una buena adaptación en la edad adulta y estarán libres de
problemas mentales. Probablemente, el pronóstico será mejor cuando
predomina la inatención más que la hiperactividad-impulsividad, no se
desarrolla conducta antisocial, y las relaciones con los familiares y
con otros niños son adecuadas. Es necesario realizar más estudios sobre
la evolución del TDAH en niños y adolescentes hacia la edad adulta, que
deberían incluir el pronóstico a largo plazo junto a los posibles
beneficios (y riesgos) del diagnóstico y tratamiento precoz (NICE,
2009)2.
Factores de buen o mal pronóstico
EDAD
En general, se puede afi rmar que en
muchos sujetos el exceso de actividad motora se reduce
significativamente a medida que avanza la adolescencia, mientras que la
impulsividad y la inatención tienden a mantenerse. Las tasas de
prevalencia son dispares en cuanto a la persistencia de los síntomas del
TDAH en la adolescencia y en la edad adulta, debido a las diferencias
metodológicas en los criterios de inclusión y en los instrumentos
empleados para la medición de los síntomas.
En términos generales, podemos afi rmar
que los síntomas del TDAH persisten en la adolescencia en casi el 80% de
las personas afectadas, cumpliendo plenamente criterios de trastorno
alrededor de un tercio de los pacientes.
En la edad adulta, entre el 30% y el 65% de los pacientes presentarán el trastorno o mantendrán síntomas clínicamente significativos (Weiss et al., 198594; Biederman et al., 199692, 199893).
En la edad adulta, entre el 30% y el 65% de los pacientes presentarán el trastorno o mantendrán síntomas clínicamente significativos (Weiss et al., 198594; Biederman et al., 199692, 199893).
GÉNERO
Se dispone de muy pocas investigaciones
sobre el pronóstico del TDAH en función del género. Se comparó una
cohorte de 17 chicas con TDAH con una cohorte de 24 chicos con TDAH y 24
chicos control (Manuzza y Klein, 2000)95. Los resultados indicaron
peores puntuaciones en medidas académicas, conductuales y de
funcionamiento social en las chicas en comparación con los chicos. En
cambio, en la edad adulta aquéllas mostraban unos resultados mejores que
éstos, especialmente en cuanto a prevalencia de personalidad antisocial
y abuso de sustancias (Manuzza y Klein, 2000)95. Estos resultados hay
que tomarlos con cautela, dado el tamaño de la muestra estudiada.
SUBTIPO DE TDAH
Según varios autores, son factores de mal
pronóstico del TDAH que los síntomas sean graves o predominantemente
hiperactivo-impulsivos (Moffitt, 1990; Lynskey y Fergusson, 1995;
Babinski et al., 1999; Merrell y Tymms, 2001)85;98-100.
PSICOPATOLOGÍA DE LOS PADRES
Los afectados por TDAH cuyos padres
presentan trastorno de la personalidad antisocial, tienen más ansiedad,
trastorno depresivo mayor, conducta antisocial y agresividad en el
seguimiento.
La psicopatología de los padres, en
especial los antecedentes familiares de TDAH, se asocian a un riesgo
incrementado de problemas psiquiátricos y emocionales de los niños en la
adolescencia.
Las familias con antecedentes de TDAH con
problemas de conducta comórbidos, conducta antisocial y dependencia y
abuso de sustancias también se asocian a peor pronóstico en los niños
con TDAH en la adolescencia.
RELACIÓN PADRES-HIJOS
El nivel de conflicto y/o hostilidad en
la interacción paterno-filial se asocia a la conducta agresiva en la
adolescencia. Así como un clima emocional conflictivo y/o hostil en el
hogar se asocia a mal pronóstico del TDAH en la edad adulta.
COMORBILIDAD
El trastorno disocial, como trastorno comórbido del TDAH, puede aumentar la probabilidad de trastorno por abuso de sustancias.
La realización de actos criminales se
explicaba, en el estudio Nueva York, casi exclusivamente por la
prevalencia de trastorno antisocial y abuso de sustancias. La
criminalidad en la edad adulta se asocia más a conducta antisocial que
sólo al TDAH.
La persistencia del TDAH se asocia con la
comorbilidad con el trastorno de conducta y el trastorno de la
personalidad antisocial. Un peor pronóstico del TDAH se asocia a la
comorbilidad con trastorno de conducta, trastorno bipolar, trastorno
negativista desafiante y abuso de sustancias.
El pronóstico del TDAH es variable en
función de la gravedad de los síntomas y de los problemas y/o trastornos
que puedan coexistir. Siendo un diagnóstico precoz y un tratamiento
adecuado factores determinantes en una positiva evolución.
Bibliografia:
`Guía de Práctica Clínica sobre el
Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad (TDAH) en Niños y
Adolescentes` Guías de Práctica Clínica en el SNS Ministerio de Sanidad,
Política Social e Igualdad.
`Evolución del TDAH a lo largo de la vida` Cuaderno FAROS San Joan de Déu
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