http://sindromealcoholicofetal.blogspot.com.es/
20050129
Síndrome Alcohólico Fetal
¿Cuál
es la causa principal de los defectos físicos y mentales de nacimiento
que incluso supera en frecuencia a los de la espina bífida y el síndrome
de Down? ¿Qué droga hace que un feto en desarrollo sufra anormalidades
más graves que las que provocan la heroína, la cocaína o la marihuana?
La respuesta a estas dos preguntas es la misma: el alcohol. En los Estados Unidos, el alcohol (vino, cerveza o licor) es la causa evitable más común de defectos de nacimiento.
Cuando una mujer bebe alcohol durante el embarazo, se arriesga a dar a luz a un bebé que pagará las consecuencias -con deficiencias mentales y físicas- para el resto de su vida. Aún así, aproximadamente una de cada cinco mujeres embarazadas bebe alcohol y se calcula que cada año en los Estados Unidos, uno de cada 750 bebés nace con el síndrome de alcoholismo fetal (SAF)completo. Otros 50.000 niños nacen cada año con efecto alcohólico fetal (EAF). Si desea más información sobre las características y los factores de riesgo de este síndrome y de sus riesgos, lea el siguiente artículo.
La respuesta a estas dos preguntas es la misma: el alcohol. En los Estados Unidos, el alcohol (vino, cerveza o licor) es la causa evitable más común de defectos de nacimiento.
Cuando una mujer bebe alcohol durante el embarazo, se arriesga a dar a luz a un bebé que pagará las consecuencias -con deficiencias mentales y físicas- para el resto de su vida. Aún así, aproximadamente una de cada cinco mujeres embarazadas bebe alcohol y se calcula que cada año en los Estados Unidos, uno de cada 750 bebés nace con el síndrome de alcoholismo fetal (SAF)completo. Otros 50.000 niños nacen cada año con efecto alcohólico fetal (EAF). Si desea más información sobre las características y los factores de riesgo de este síndrome y de sus riesgos, lea el siguiente artículo.
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Signos y síntomas del síndrome de alcoholismo fetal
Signos y síntomas del síndrome de alcoholismo fetal
.El
síndrome de alcoholismo fetal se identifica por un patrón de
anormalidades físicas, funcionales y de desarrollo que sufre un niño
como consecuencia del consumo de alcohol por parte de la madre durante
el embarazo. Las características de los niños con síndrome de
alcoholismo fetal son:
- Poco peso al nacer
- Circunferencia pequeña de la cabeza
- Falta de crecimiento
- Retraso en el desarrollo
- Falla orgánica
- Anormalidades faciales, que incluyen ojos de tamaño inferior al normal, mejillas aplanadas y la ranura entre la nariz y el labio superior (filtro) mal desarrollada.
- Epilepsia
- Coordinación deficiente del sistema locomotor
- Poca capacidad de socialización, como dificultad para establecer y mantener relaciones amistosas y relaciones manejarse en grupo
- Falta de imaginación o curiosidad
- Dificultades de aprendizaje, que incluyen disminución de memoria, incapacidad para entender conceptos como tiempo y dinero, mala comprensión del lenguaje, o poca capacidad para resolver problemas
- Problemas de comportamiento, que incluyen hiperactividad, incapacidad de concentración, retraimiento social, testarudez, impulsividad y ansiedad
- Los niños con efecto alcohólico fetal muestran los mismos síntomas, pero con menor gravedad.
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La discapacidad escondida
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Hasta
1973 el alcohol no fue oficialmente reconocido como teratógeno, una
sustancia que puede dañar el feto. Hoy en día, el público general
todavía no sabe qué son el síndrome de alcoholismo fetal y el efecto
alcohólico fetal.
"Los niños con efecto alcohólico fetal a menudo
tienen desventajas porque no se les hace un buen diagnóstico", dice
Georgiana Wilton, coordinadora de la National Family Empowerment
Network, que ofrece apoyo a familias afectadas por el síndrome de
alcoholismo fetal y el efecto de alcohólico fetal. Esto también ocurre
con los niños que sufren alteración del desarrollo neurológico
relacionado con alcohol, una categoría de lesiones prenatales
descubierta recientemente, que afecta a aquellos niños que sólo muestran
los problemas emocionales y de comportamiento de SAF y del EAF sin
ningún otro signo de retraso en el desarrollo ni deficiencias en el
crecimiento físico.
"El trastorno no es reconocido y estos niños
sufren por ello", afirma Wilton. "Su comportamiento puede parecer
beligerante u obstinado, mientras que en realidad el trastorno de
conducta de estos niños proviene de la poca comprensión que tienen de lo
que se espera de ellos". Wilton explica que aunque los niños con EAF o
con alteración del desarrollo neurológico relacionado con el alcohol
(ANDRA) pueden obtener buenos resultados en las pruebas de inteligencia,
sus deficiencias de comportamiento a menudo interfieren con su
capacidad de desempeño. Es esencial que los padres, los profesionales de
la salud y los profesores de estos niños, reciban una formación y una
educación adecuada para poder ocuparse de ellos.
Diagnóstico y efectos a largo plazo
"Es
esencial hacer un diagnóstico precoz", afirma Ronnie Jacobs del Bergen
County New Jersey Council on Alcohol and Drug Abuse. "Debemos recordar
que estos niños no son un problema, sino que tienen un problema. Tenemos
que cambiar nuestro modo de pensar porque los niños no van a cambiar.
SAF, EAF y ANDRA son trastornos permanentes que no tienen curación".
La
psicóloga Ann Streissguth, pionera en el campo del síndrome de
alcoholismo fetal ha llevado a cabo numerosos investigaciones que
identifican los efectos a largo plazo de este síndrome y del EAF. Dichos
estudios muestran que los problemas relacionados con el síndrome se
intensifican a medida que el niño va creciendo. La mayoría de los
adultos que han sido objeto de su estudio padecían problemas mentales,
habían tenido problemas con la justicia y eran incapaces de vivir
independientemente.
Los profesionales que trabajan diariamente con
familias de víctimas del síndrome y de los efectos del alcoholismo fetal
ya han empezado a notar cambios importantes. "Las recientes
investigaciones han logrado una toma de conciencia sobre la importancia
de ofrecer una intervención temprana para niños diagnosticados con este
síndrome", afirma Wilton. "Los programas de desarrollo y estimulación
iniciados entre el nacimiento y los 5 años producen resultados
notables."
¿Cuánto alcohol es demasiado?
Está
claro que el abuso de alcohol durante el embarazo es peligroso, pero
¿qué ocurre si se toma una copa de vez en cuando? ¿Qué cantidad de
alcohol se considera excesiva durante el embarazo?
No existen pruebas que determinen exactamente qué cantidad de alcohol producirá defectos de nacimiento. Cada mujer procesa el alcohol de manera diferente. Otros factores varían también los resultados, como la edad de la madre, la hora y la frecuencia de la ingestión de alcohol, y si la madre ingiere algún alimento cuando bebe.
Muchos médicos creen que una copita de vino de vez en cuando durante el embarazo no supone ningún riesgo para el feto. Sin embargo, como señala Linda Nicholson, asesora genética en un hospital de niños: "No sabemos qué cantidad el alcohol resulta perjudicial, así que se aconseja no beber nada." A pesar de que SAF completamente desarrollado es el resultado del consumo crónico de alcohol durante el embarazo, EAF y ANDRA pueden ocurrir con sólo una bebida ocasional o con una borrachera.
Como el alcohol pasa fácilmente la barrera de la placenta y el feto está menos equipado para eliminar el alcohol que su madre, el feto tiende a recibir una concentración muy alta de alcohol, que además permanece en él durante más tiempo.
Nicholson lo llama "desarrollo bajo la influencia". "Los niños cuyas madres beben durante el primer trimestre del embarazo son los que tienen los problemas más graves, ya que es durante este período cuando el cerebro se está desarrollando", afirma. "Las conexiones del cerebro del niño no se acaban de desarrollar adecuadamente en presencia del alcohol. Naturalmente, en los primeros meses, muchas mujeres ni siquiera saben que están embarazadas." Nicholson sugiere que las mujeres que planifiquen quedar embarazadas adopten comportamientos saludables antes de hacerlo.
Es posible que las mujeres que se abstienen de consumir alcohol durante los primeros meses del embarazo, se sientan seguras de poder ingerir bebidas alcohólicas en los últimos meses. Pero algunos de los estados de desarrollo más complejos tienen lugar durante el segundo y el tercer trimestre, períodos en los que el sistema nervioso puede quedar gravemente afectado por el alcohol. La información reciente revela que incluso el consumo moderado de alcohol y especialmente las borracheras esporádicas, pueden dañar gravemente el sistema nervioso en desarrollo.
"A la confusión se suma que muchos médicos y obstetras se sientan muy incómodos de hacer preguntas sobre consumo de alcohol en sus pacientes", afirma Jacobs.
El Dr. Dace Svikis, director de programas para The Center for Addiction and Pregnancy en el John Hopkins Bayview Medical Center, está de acuerdo. Algunos médicos "introducen el tema de la bebida como una doble negativa: 'Usted no bebe, ¿no es cierto?'". Algunas mujeres piensan que la única respuesta posible es "no" y a menudo la conversación sobre el consumo de alcohol finaliza así, afirma el Dr. Svikis. "Tal vez algunos médicos no sabrían qué hacer si una mujer les dice: 'Sí, bebo alcohol', por lo tanto simplemente prefieren no preguntar."
El objetivo es la prevención
La tragedia del caso es que el síndrome de alcoholismo fetal es totalmente evitable. La mejor manera de evitarlo es no beber. "Usted no puede controlar qué genes o cromosomas le trasmite a su hijo, pero sí puede controlar lo que ingiere durante el embarazo", afirma Nicholson.
El Dr. Svikis destaca la necesidad de programas de tratamiento específicos para mujeres que beben. "Muchas mujeres que tienen propensión a beber no reciben la atención prenatal que necesitan, no porque no la quieran ni porque no se preocupen por sus hijos, sino porque notan esta increíble estigmatización de los especialistas de la salud hacia el abuso de alcohol o de drogas. Necesitamos apoyar a estas mujeres y educarlas a un nivel básico. También necesitamos acuerdo entre los profesionales."
No existen pruebas que determinen exactamente qué cantidad de alcohol producirá defectos de nacimiento. Cada mujer procesa el alcohol de manera diferente. Otros factores varían también los resultados, como la edad de la madre, la hora y la frecuencia de la ingestión de alcohol, y si la madre ingiere algún alimento cuando bebe.
Muchos médicos creen que una copita de vino de vez en cuando durante el embarazo no supone ningún riesgo para el feto. Sin embargo, como señala Linda Nicholson, asesora genética en un hospital de niños: "No sabemos qué cantidad el alcohol resulta perjudicial, así que se aconseja no beber nada." A pesar de que SAF completamente desarrollado es el resultado del consumo crónico de alcohol durante el embarazo, EAF y ANDRA pueden ocurrir con sólo una bebida ocasional o con una borrachera.
Como el alcohol pasa fácilmente la barrera de la placenta y el feto está menos equipado para eliminar el alcohol que su madre, el feto tiende a recibir una concentración muy alta de alcohol, que además permanece en él durante más tiempo.
Nicholson lo llama "desarrollo bajo la influencia". "Los niños cuyas madres beben durante el primer trimestre del embarazo son los que tienen los problemas más graves, ya que es durante este período cuando el cerebro se está desarrollando", afirma. "Las conexiones del cerebro del niño no se acaban de desarrollar adecuadamente en presencia del alcohol. Naturalmente, en los primeros meses, muchas mujeres ni siquiera saben que están embarazadas." Nicholson sugiere que las mujeres que planifiquen quedar embarazadas adopten comportamientos saludables antes de hacerlo.
Es posible que las mujeres que se abstienen de consumir alcohol durante los primeros meses del embarazo, se sientan seguras de poder ingerir bebidas alcohólicas en los últimos meses. Pero algunos de los estados de desarrollo más complejos tienen lugar durante el segundo y el tercer trimestre, períodos en los que el sistema nervioso puede quedar gravemente afectado por el alcohol. La información reciente revela que incluso el consumo moderado de alcohol y especialmente las borracheras esporádicas, pueden dañar gravemente el sistema nervioso en desarrollo.
"A la confusión se suma que muchos médicos y obstetras se sientan muy incómodos de hacer preguntas sobre consumo de alcohol en sus pacientes", afirma Jacobs.
El Dr. Dace Svikis, director de programas para The Center for Addiction and Pregnancy en el John Hopkins Bayview Medical Center, está de acuerdo. Algunos médicos "introducen el tema de la bebida como una doble negativa: 'Usted no bebe, ¿no es cierto?'". Algunas mujeres piensan que la única respuesta posible es "no" y a menudo la conversación sobre el consumo de alcohol finaliza así, afirma el Dr. Svikis. "Tal vez algunos médicos no sabrían qué hacer si una mujer les dice: 'Sí, bebo alcohol', por lo tanto simplemente prefieren no preguntar."
El objetivo es la prevención
La tragedia del caso es que el síndrome de alcoholismo fetal es totalmente evitable. La mejor manera de evitarlo es no beber. "Usted no puede controlar qué genes o cromosomas le trasmite a su hijo, pero sí puede controlar lo que ingiere durante el embarazo", afirma Nicholson.
El Dr. Svikis destaca la necesidad de programas de tratamiento específicos para mujeres que beben. "Muchas mujeres que tienen propensión a beber no reciben la atención prenatal que necesitan, no porque no la quieran ni porque no se preocupen por sus hijos, sino porque notan esta increíble estigmatización de los especialistas de la salud hacia el abuso de alcohol o de drogas. Necesitamos apoyar a estas mujeres y educarlas a un nivel básico. También necesitamos acuerdo entre los profesionales."
Características faciales del Síndrome Alcohólico Fetal
Otros documentos de interés
Espectro de desórdenes relacionados con el alcoholismo fetal. Página de la SAMHSA con diversos documentos sobre el tema. En español
. Preguntas y respuestas sobre el alcohol y el embarazo. Informacion de los Centros de Control de Enfermedades de Estados Unidos (en español)
. Preguntas y respuestas sobre el alcohol y el embarazo. Informacion de los Centros de Control de Enfermedades de Estados Unidos (en español)
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Fetal Alcohol Exposure and the Brain. National Institute on Alcohol Abuse and Alcoholism , December 2000
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