Hay familias que nos han comentado en
diferentes ocasiones que no entienden a sus hijos, que hacen lo que
hacen a propósito y que no entienden por qué lo hacen.
En el DSM-IV, el manual de diagnóstico de la Asociación
estadounidense de psiquiatría (American Psychiatric Association), hay
una lista de nueve síntomas propios de los problemas de "falta de
atención`. Casi todo el mundo tiene cierta dificultad con algunos de
ellos de vez en cuando, por eso es un requisito para el diagnóstico que
se den de manera intensa y que como resultado sufran un impedimento
significativo. Las personas que califican para un diagnóstico de TDA/H
presentan al menos seis de estos nueve síntomas.Con frecuencia no prestan atención a los detalles o cometen errores por descuido en la tarea escolar, el trabajo u otras actividades.
Esta lista nos muestra diferentes síntomas con los que seguro que más de un padre siente identificado a su hijo, pero para llegar a ello, los padres también han tenido que recorrer un gran camino, y aquí es donde queremos centrarnos, en la necesidad de que los padres se adentren en un proceso de psicoeducación, en el que comprendan, entiendan y se acerquen al trastorno que tienen sus hijos, para que de esta manera puedan (porque deben) participar de manera activa en su tratamiento.
EL TDAH es uno de los trastornos que más repercusión causa en las familias y a su vez, el funcionamiento que tengan las familias va a influir notablemente en la evolución y en el desarrollo de los afectados.
Una de las causas por las que más aumenta este impacto es por la falta de información y formación de los padres, la falta de recursos adecuados para poner en juego con sus hijos, presentar dificultades en habilidades personales, no contar con a suficiente implicación escolar, etc.
Por todo ello es necesario que los padres aprendan recursos para regular las emociones que van a experimentar (ira, frustración, ansiedad, desesperanza, rabia, miedo, cansancio, etc) porque inevitablemente, en el transcurso de la aceptación y posteriormente, de la intervención, vana aparecer, y deben estar preparados para ello.
A continuación vamos a ver una serie de características de los niños y adolescentes con déficit de atención, de forma que podemos comprobar, e identificar, situaciones a las que nos podemos enfrentar de una manera habitual en casa o en el centro escolar cuando contamos con un niño con este trastorno.
La inhibición de las conductas es algo muy característico, y en ellas se produce una lucha interna en el niño, entre lo que debe hacer y lo que su cuerpo le pide que haga. Esto, evidentemente, se puede enseñar a manejar, pro para ello los padres y su perseverancia en la reducación es imprescindible para alcanzar el éxito. Por ejemplo, un niño puede sufrir altos niveles de frustración cuando se equivoca en las tareas escolares, y puede reaccionar dando patadas al mobiliario escolar. Pues bien, con el tiempo y con una intervención adecuada, el niño puede controlar esas conductas que son totalmente disruptivas y aprender a verbalizar sus emociones, las que siente cuando es corregido, y canalizar e inhibir las conductas que hubiese llevado a cabo de manera previa.
`Mi mira cuando le hablo pero no me escucha, no me hace caso porque no hace nada de lo que le mando`. Definitivamente, no es su intención no hacer caso a profesores y padres, sino que en muchas ocasiones, sobre todo cuando las pautas que se les dan son largas y nada fraccionadas, las olvidan, solo se quedan con el principio, porque debido a la falta de atención han sido incapaces de escucharlo todo. Por ello, debemos aprender, como padres y profesores, a fraccionar las tareas y las indicaciones, de forma que conforme termine una le demos otra instrucción, para que pueda ser capaz de llevarlas a cabo de manera satisfactoria.
Y en la mayoría de las ocasiones así es, ya que una falta de atención tanto en las dinámicas de clase como en la realización de las tareas son algo que van a mermar su rendimiento académico.
La dificultad o ausencia total de HHSS pone de manifiesto una inhabilidad para hacer frente de una manera adecuada a las diferentes situaciones sociales a las que se van a enfrentar. Por ello es necesario desarrollar y llevar a cabo una intervención psicopedagógica en este ámbito para paliar y enseñar a actuar de manera adecuada.
Es necesario que se desarrolle con los niños una intervención académica enfocada al aprendizaje de técnicas de estudio que les resulten útiles para mejorar la comprensión de lo estudiado, de forma que sean capaces de reproducir lo que han aprendido. En el área matemática es imprescindible incidir sobremanera, ya que en ella está implicados tanto la comprensión de textos (por ejemplo el enunciado de un problema matemático) como el razonamiento lógico-matemático para poder ejecutarlo de la manera adecuada.
En todas estas áreas de intervención que es preciso trabajar con los afectados por TDAH, se hace indispensable la presencia de la familia, para desarrollar la parte de la intervención que les corresponde de forma que el niño pueda avanzar y evolucionar de una manera globalizada.
Ser padres de un niño o adolescente con TDAH es un gran reto.
Rocío Meca Martínez.
Especialista en Pedagogía Terapéutica de Fundación CADAH.
Bibliografía.
DSM-IV. Diagnostic and statistical anual of mental disorders, 41 edition, APA, Washington, D.C, 1994.
Martínez Martín, Mº.A. y col. Todo sobre el TDAH. Guía para la vida diaria. Editorial Altaria (2013).
Bonet. T, Soriano. Y, Solano. C. Aprendiendo con los niños hiperactivo. Thomson (2007)
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