El descubridor de TDAH no confesó nada antes de morir
Texto escrito por Fernando Cervera
Hace un año fui testigo de un hecho
preocupante: la extensión de una noticia falsa relacionada con el
Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH). Si bien es
cierto que las informaciones poco rigurosas corren por internet como la
pólvora, en este caso me resultó aún más grave porque el bulo fue
extendido por multitud de estudiantes universitarios de ciencias. La
falsa noticia decía que el descubridor del TDAH, León Eisenberg, confesó
antes de morir que se inventó el trastorno. Según algunas fuentes la
noticia original apareció en el periódico alemán Der Spiegel. [1]
Si nos acercamos al TDAH tendríamos que
decir que, aunque hay muchas cosas que aún no se comprenden, es algo
descrito por neurólogos de la siguiente manera: un trastorno del
comportamiento caracterizado por una distracción moderada o grave,
períodos de atención breve, inquietud motora, inestabilidad emocional y
conductas impulsivas. El problema en el diagnóstico ocurre porque
estos síntomas pueden estar ocasionados por múltiples motivos que, en
muchos casos, no se tienen en cuenta. Llegados a este punto también
sería interesante mencionar que hay pruebas genéticas que verifican la
realidad del TDAH, como por ejemplo los estudios que han encontrado una
relación entre padecer el trastorno y genes como el DRD4 en el cromosoma
11, los genes del cromosoma 4 DRD5, DRD1B, DRD1L2, y decenas de genes
más [2].
En la falsa noticia se decía que León
Eisenberg era el descubridor del TDAH, pero, ¿es esto cierto? Todo
estudiante de ciencias debería saber que el sensacionalismo campa a sus
anchas por las noticias, y por eso siempre hay que seguir un principio
básico: ante afirmaciones extraordinarias busca pruebas extraordinarias, si no existen posiblemente no te están contando toda la verdad.
Así pues, si quisiéramos verificar si León Eisenberg fue el descubridor
del TDAH podríamos buscar entre los textos más antiguos publicados
sobre el tema. Si hacemos tal cosa podemos encontrar fácilmente que uno
de los primeros artículos científicos al respecto fue escrito por C.
Wieck en el año 1966 y se titula Treatment procedures in child psychiatric diseases.
Es más, después de estar buscando en los artículos de la última década
no he visto casi ninguno de León Eisenberg que tenga que ver con el
TDAH, lo cual me hace pensar que llevaba bastante tiempo jubilado. Este
psiquiatra infantil fue un pionero en los estudios de medicación con
niños que tenían problemas de concentración, pero de ahí a suponer que
fue el único que describió el TDAH implica tener pocos conocimientos
sobre cómo funciona la ciencia. Hay miles de artículos publicados sobre
el TDAH que confirman los resultados de manera independiente. Otra cosa
muy diferente es que el TDAH esté sobrediagnosticado y existan intereses
económicos poco claros en todo este asunto, cosa que, desde mi punto de
vista, es cierta y encierra prácticas poco éticas. No obstante eso no
justifica negar la realidad.
Los estudiantes de ciencias deberían ser
más cuidadosos con lo que publican, dado que tienen formación
suficiente para distinguir la ciencia de la pseudociencia. León
Eisenberg sí que fue un psiquiatra infantil y fue de los primeros en
utilizar medicación para trastornos de atención, pero más allá de la
cita del periódico no se encuentra ninguna referencia de que dijera nada
acerca de la falsedad del TDAH. Y esto nos lleva a otra reflexión: el
argumento de “un hombre importante lo dice, por lo cual debe ser cierto”,
se conoce como una falacia de autoridad, es decir, un argumento carente
de validez. Por ejemplo: Francis Collins, el director del proyecto
Genoma Humano, es creacionista; uno de los descubridores de la teoría de
la evolución, Alfred Wallace, creía y divulgaba el espiritismo; James
Watson, uno de los descubridores de la estructura del ADN, cree que los
negros son menos inteligentes por el hecho de ser negros. Es decir, la
prueba más contundente para esta falsa noticia es que un hombre
importante dijo algo.
Hasta aquí he descrito lo que un
estudiante de ciencias debería saber antes de divulgar una
noticia falsa, pero ahora vamos a ir un poco más allá. ¿Qué ha pasado en
realidad?, ¿dijo realmente Eisenberg esas palabras? La noticia original
apareció en el diario alemán Der Spiegel el 6 de febrero del año
2012, pero no era una noticia sobre el investigador ni sobre el TDAH,
sino que hablaba sobre la gran cantidad de inexactitud a la hora de
diagnosticar algunos trastornos mentales. Si se usa el traductor de
google para una de las citas que ponen del investigador, efectivamente
parece que dice que el TDAH es algo ficticio. Y parece ser que eso fue
lo que hicieron algunos periódicos sensacionalistas como RT Actualidad: traducir
con google e interpretar lo que ellos quisieron. Lo que yo hice fue lo
siguiente, pregunté a varios amigos germanoparlantes ubicando toda la
noticia en su contexto y entendiéndola bien. Una vez hecho esto parece
ser que el investigador decía que el TDAH está sobrediagnosticado,
opinión compartida por gran parte de la comunidad médica. Como Eisenberg
está muerto no podemos preguntarle si era eso lo que quería decir, pero
si acudimos al registro de artículos científicos vemos que así era.
León Eisenberg publicó en 2007 un artículo titulado Commentary with a Historical Perspective by a Child Psychiatrist: When “ADHD” Was the “Brain-Damaged Child” [4].
En este artículo se comentaba por encima cómo había cambiado el
concepto del TDAH a lo largo de la historia. En el texto el investigador
muestra una elevada preocupación por un hecho elemental: la gran
variabilidad en la epidemiología y el diagnóstico del trastorno. Además,
entre otras cosas comentaba que el TDAH ha pasado de ser algo poco
común hace 40 años, a tener actualmente una prevalencia del 8% en niños
estadounidenses. Eisenberg se preguntaba si realmente había un cambio en
la cantidad de afectados o se debía a sesgos graves de diagnóstico. Por
último, llamaba la atención sobre la necesidad de investigar de manera
sistemática y a gran escala esos hechos insólitos para evitar problemas
de salud infantil.
Es decir, León Eisenberg no fue el
descubridor del TDAH y no dijo que él se lo inventó, sino que explicó
que había un trastorno real pero que estaba sobrediagnostigado por
motivos poco claros. Esa es la realidad del asunto.
Como conclusión me quedo con la gran
cantidad de casos en los que, a la hora de morir un famoso científico,
se les atribuyeron palabras que jamás fueron dichas. Por ejemplo corre
el rumor de que Darwin negó la teoría de la evolución y abrazó el
creacionismo en su lecho de muerte [3]. Por lo visto es fácil poner
palabras estúpidas en la boca de un muerto, pero es aún más fácil hacer
que la gente se las crea.
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